Ayer, 16 de mayo de 2024, el Liceo Nuestra Señora del Rosario vivió una jornada llena de espiritualidad y celebración, con motivo de la fiesta de Pentecostés. A imagen del día de Pentecostés el atardecer estuvo marcado por una serie de momentos significativos que unieron a la comunidad educativa en una experiencia de fe y alegría.
Bienvenida y Feria de los Dones
La celebración comenzó con una cálida bienvenida a todos los asistentes por parte del capellán del liceo, P. Alex Troncoso Hernandez quien recordó el sentido de la fiesta e invitó a pasar a la Feria de los Dones del Espíritu Santo. Por medio de una feria metodológica los profesores del liceo expusieron y explicaron cada uno de los siete dones del Espíritu Santo. Estos dones, que son sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios, fueron presentados de manera interactiva y educativa, permitiendo a los estudiantes y familias comprender mejor su significado y aplicación en la vida diaria.
Misa de Pentecostés
Luego de la feria, la comunidad se reunió en la capilla del liceo para la solemne Misa de Pentecostés. La eucaristía fue un momento de profunda devoción y reflexión, celebrando la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y recordando su presencia continua en la vida de los fieles. Durante la misa, se destacó la importancia de los dones recibidos y cómo estos pueden guiar a cada persona en su camino espiritual y en su relación con los demás. Invitándonos a hacer de nuestro colegio un nuevo cenaculo.
Fiesta del Espíritu
La jornada concluyó con la vibrante Fiesta del Espíritu, donde el grupo musical religioso “Mysion” llenó de energía y alegría el ambiente. Con cantos y alabanzas, los asistentes pudieron expresar su fe y gratitud, cerrando el día con un sentido de comunidad y renovación espiritual. La música y el entusiasmo del grupo musical lograron que todos participaran activamente, creando un final perfecto para una jornada en donde se vivió la alegría del Espíritu.
La celebración de Pentecostés en el Liceo Nuestra Señora del Rosario buscó renovar la alegría de ser católicos y motivar a ser iglesia de la mano de nuestra madre de la Merced. Permitiendo, de este modo, dejar una huella en el corazón de todos los presentes, fortaleciendo la fe y la unidad de la comunidad rosarina.